Cuentos…
Título: Mi cuerpo letarguea.
Para mí, entiendo. Entonces quiero que sepas que no está muy bien y se va reponiendo a paso de caracol. De hecho, más despacio que el frágil animalito. Y como la ciencia está sin «músicos» no hay proyecto para acelerar el proceso de recuperación. Y voy por ahí como puedo, respirando acelerado y viendo cómo me adelantan hasta las tortugas que han estado cincuenta minutos de siesta mientras yo salía.
Pero no pierdo ni sonrisa, ni humor, ni ganas, ni el tiempo. Y me dedico a eso, a ponerme bien. Por mi cuenta, y no se escandalicen, la sanidad me tiene en stand by. Y por eso me ejército a diario andando, y mirando a las estrellas, escribo. Que se me estropeó la rodilla, dos veces, y luego el hombro. Y recuerdo que cuando era joven no se me estropeaba nada. Y pese a todo. Sigo mirando al cielo y maravillándome con los días de sol, luminosos y templados, para sonreír y seguir pensando que el color azul es el color de mi alma, que lucha por que no pierda el ánimo. Y siga el rumbo de mi vida, a mi nuevo paso.
Y así os lo he contado
©ManuelAcostaMás
P.D.
El trabajo es un concierto y todos ayudamos a que suene bien. A que sea sinfonía. Y regresemos a casa, cada compañero, con una sonrisa. Manuel Acosta Más. 1967
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Así es